lunes, 4 de mayo de 2009

SOLFEO

El solfeo de una pieza musical, desde el punto de vista estrictamente técnico, no implica solamente la lectura del nombre de notas (DO, RE, MI, FA, SOL, LA, SI, DO), porque quien solfea debe, en el mejor de los casos, prestar atención a todos los signos sobre la partitura (matices, tempo, carácter, etc.). Sin embargo, en un contexto más amplio, leer los nombres de las notas con su respectiva figuración rítmica, incluso omitiendo aspectos tan importantes como la entonación, debe considerarse como práctica del solfeo (en un nivel muy básico).


PENTAGRAMA
Se divide en 5 lineas horizontales paralelas y 4 espacios entre ellas y es donde ubicaremos las notas musicales.
A este pentagrama musical se le pueden añadir más líneas y espacios a través de lo que se conoce como líneas adicionales. Hay veces que las notas exceden el ámbito del pentagrama, es por eso que es necesario el uso de estas líneas adicionales.


Los sonidos más graves se escriben en la parte más baja del pentagrama. Conforme un sonido musical se va haciendo más agudo, su nota va ascendiendo a través del pentagrama musical. Por otra parte, no es recomendable que las notas excedan en cuatro o cinco líneas de las del pentagrama.

CLAVES MUSICALES
Las claves son una referencia para saber la ubicación de una determinada nota musical.
No hay forma de saberlo, a menos que viniese indicado cual es esa nota por medio de algún símbolo gráfico. Este símbolo es lo que se conoce como clave, y es, precisamente, el que nos da la clave para discernir las notas en el pentagrama.

Clave de Sol.
Nos indica que la nota Sol está en la 2ª línea. Es la que más se utiliza
Clave de Fa
Clave de FA en 4ª línea. La nota situada en la 4ª línea del pentagrama es un Fa. Se utiliza mucho para piano.


LOS COMPASES

Para que la lectura de la música sea ordenada, necesitamos dividir el pentagrama en una serie de porciones iguales. Estas porciones se llaman compases. Dividen al pentagrama en partes iguales, y agrupan a una porción de notas musicales.

El compás está dividido, a su vez, en partes iguales que se denominan tiempos. Todas estas divisiones ayudan a la lectura de la música.


Como se aprecia en la figura, existe una línea divisoria o barra de compás que separa un compás del siguiente. Esta barra de compás cruza perpendicularmente al pentagrama.

Además está la doble barra que, básicamente, nos indica que en el próximo compás se ha introducido un cambio significativo; como por ejemplo, un cambio en el tempo. Por último, también está la barra final que, como su propio nombre indica, señaliza el final de la lectura. Sería como el punto y final en una obra literaria.




Podemos señalizar con la doble barra:
La separación en partes de una partitura.
Una modificación de la tonalidad, o una variación en el compás.
Algún cambio en la partitura que queramos resaltar a partir de la doble barra.

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